lunes, 21 de octubre de 2013

Hasta pronto

Querido Abu.

Esta es mi carta de despedida, ojalá tuviera cómo mandártela pero no tengo la dirección exacta del cielo.
Quería decirte que estoy muy triste porque te extraño pero siento un alivio enorme al saber que ya nada te duele, que estás descansando de todo, seguro con una sonrisa, al mirar el camino recorrido y ver cuántas cosas has logrado. Tenes tres hijos y tres nietas, que con todos nuestros defectos, te amamos y sabemos que aprendimos de vos todo lo que pudimos. Al menos yo, recuerdo como te contemplaba de chiquita, entendía lo sabio que eras, todo lo que sabías de la vida y traté siempre de absorber toda la sabiduría posible.
Quiero que sepas que nunca voy a olvidarte, no es algo que pueda permitirme. El día que me despedí de vos, la última vez que te vi, ya algo en mi corazón sabía que ese sería el último, te dije que te quería mucho y gracias por todo. Hoy siento que la palabra gracias me queda chica.
Lo más grande que me diste es tu legado de vida, tu integridad humana, tu bondad y tu perseverancia. Yo te juro que voy a hacer todo lo posible para vivir mi vida con esos valores tan íntegros que me legaste. Gracias por darme el orgullo de llevar tu sangre.
Te amo por siempre

Tu nieta.

1 comentario:

Miss A dijo...

yo también perdí a un abuelo hace años, (mas concretamente a los dos) y me sentía muy unida a ellos. Siempre estuvieron ahí para mi, siempre fui su nieta pequeña y los extraño mucho. Yo por desgracia era demasiado pequeña cuando se fueron y no les pude decir cuanto los quería, pero como se dice nunca es tarde y quien sabe si no me pueden escuchar decirles cuanto les quiero.
PD: gracias por el consejo ^^, la entrada la escribí con la bronca fresca y ahora no tengo en mente nada contra esa persona, pero en el momento me aliviaba pensar así. ¡Un abrazo!