martes, 5 de diciembre de 2017

Ilusión

Recién te vi. Estabas caminando por la avenida, con tu sonrisa de siempre y una remera de las pastillas. Tan vos. Parecía que te acercabas a mí y me ibas a abrazar. Vos sabés que necesito un abrazo, y más que nada hoy que tuve un día de mierda. Vos lo sabías y venías a eso. Te acercaste y de repente empezó a desdibujarse tu cara y tu sonrisa. Otra vez me confundí, me ilusioné. Por un rato (que en mi cabeza pareció bastante largo), me olvidé que te habías muerto. En ese mismo instante me invadió la angustia. Pero no tanto por haberme ilusionado de nuevo. Sino porque por primera vez me surgió la duda de cómo te verías hoy. ¿Cómo sería tu cara? ¿Todavía tendrías esa sonrisa tan particular tuya? Me angustié porque enseguida vinieron más preguntas. ¿Cómo sería tu vida hoy? ¿Nos hubiéramos sentado a charlar y arreglar las cosas o seguiríamos siendo los mismos orgullosos de hace seis años?
Pienso que no es casualidad que me haya parecido verte justo en esta semana tan horrible donde quiero tirar todo a la mierda. Pienso que me jugaste una pasada medio jodida pero necesaria, diciéndome que acá estabas. Sonriendo y dispuesto a abrazarme aunque todo sea una puta ilusión.