sábado, 5 de mayo de 2012

Miro el reloj. Hace tres horas que te fuiste de acá, y no dejo de pensar.
No pienso en lo lindo que fue el beso que nos dimos al despedirnos, tampoco pienso en las caricias que me dabas, ni en lo que sentí en ese momento. Sólo pienso en pensar.
Siempre tengo que intelectualizar todo, ¡¡¡todo!!!
Incluso un beso, una caricia, pienso en tu mano rozando mi espalda, pienso en ella, no la siento.
Porque mientras pensaba en que tenía que pensar en no abrir los ojos mientras me besabas, sólo estaba pensando en eso, sin sentir ese beso.
Porque mientras me abrazabas cuando expresaba que hacía frío, pensaba en el miedo, el miedo profundo a que otra vez me lastimen. A que otra vez todo sea igual, que una vez más no pueda dar el siguiente paso, de trabarme.
Un corazon roto, hecho pedazos, por más que pegues las partes, nunca va a ser el mismo, nunca va a sentir igual.
Ayudame a caminar, avanzar y dejar todo atrás, sólo eso te pido.

2 comentarios:

Melodías Agridulces dijo...

Ojo, que el tiempo cura las heridas y el corazón comienza a sentir nuevamente. Aunque la desconfianza y el miedo a que nos lastimen nuevamente perdura en nosotros, tenemos que tener en cuenta que no todos son iguales. Hay gente que nos quiere de verdad y no nos va a lastimar.
Me encantó la entrada, me hizo acordar a mí ^^
Besos agridulces♥

Dear Prudence dijo...

Muchas gracias por tus palabras.
El problema está en que yo se que no son todos iguales, pero me corazón dice basta.
Gracias por comentar!